Cuando Natassia Smick, de 28 años, presentó en enero la declaración de impuestos de su familia, ya tenía planes para el reembolso que ella y su esposo esperaban recibir. Principalmente, deseaba eliminar parte de su deuda de tarjetas de crédito, además de estar embarazada con su segundo hijo y sabiendo que se avecinaba una buena cantidad de gastos.
Debido a que Smick, quien actualmente toma cursos para su licenciatura, y su esposo, dedicado a ser chef, ganaron en conjunto unos $33,000 dólares durante 2017, unos $2,000 de ese reembolso vendrían del crédito por ingreso del trabajo. Este consta de uno de los programas gubernamentales más grandes para combatir la pobreza, al enviar más de $60 miles de millones de dólares anuales a familias como la de Smick: personas que cuentan con empleo pero que luchan por salir adelante. El año pasado, 28 millones de hogares reclamaron ese crédito por ingreso del trabajo (Earned Income Tax Credit - EITC).
Smick, residente de las afueras de Los Ángeles, pensó que recibiría su reembolso en un mes más o menos, como había sucedido el año anterior. Pero el reembolso nunca llegó. En su lugar recibió una carta del IRS diciendo que “se llevaba a cabo una evaluación detallada” de su declaración y que no era necesario que ella hiciera nada. Smick esperó con toda la paciencia posible. Llamó al IRS y le informaron que esperara aún más tiempo, pero no fue sino hasta cuatro meses después, en julio, que recibió la siguiente carta. El IRS le informó que llevarían a cabo una auditoría de su caso y que tenía treinta días para proporcionar “documentación comprobante” de básicamente todo. Según entendió, tenía que comprobar que ella y su esposo habían ganado lo que habían ganado y que su menor era de ellos.
Ya para esas fechas Smick se encontraba en casa con licencia por haber nacido su bebé y fue entonces que comenzó a juntar sus formularios W-2, talones de cheques, estados de cuenta del banco y actas de nacimiento. Lo más difícil fue comprobar que su menor de cuatro años había vivido en el domicilio de la familia la mayor parte del año, como lo requiere el EITC, pero hizo lo que pudo con registros médicos, documentos de la guardería infantil, y cualquier otra cosa que se le ocurrió.
Envió todo y esperaba obtener una resolución rápida, pero la siguiente carta del IRS aplastó su optimismo. El IRS le informaba que revisaría su respuesta para el 16 de febrero de 2019, o sea, seis meses después. Las agencias de cobranzas comenzaban a llamarla acerca de las cuentas de las tarjetas de crédito. No sabía si podría esperar tanto tiempo.
Smick tampoco entendía por qué sucedía esto, ya que lo único que hizo fue contestar las preguntas de TurboTax. ¿No son los ricos los que son auditados? “Nosotros no tenemos nada", dijo, “y esto resulta frustrante, saber que no tenemos nada".
Parecía que no había nada que pudieran hacer. Cuando llamó al IRS para preguntar cómo era posible que se tardaran tanto en revisar sus documentos, recuerda que le dijeron que ellos tampoco podían hacer nada al respecto y que el IRS “contaba con muy poco personal".
Los recortes de presupuesto han debilitado al IRS en los últimos ocho años. El personal de cumplimiento fiscal se ha reducido en una tercera parte. Sin embargo, mientras que la cantidad de las auditorías ha disminuido en general, el impacto ha sido diferente para los ricos y los pobres. Para los contribuyentes pudientes, la situación se ha visto de perlas: no sólo se ha cortado la tasa de auditorías por la mitad, sino que estas ahora tienden a ser mucho menos minuciosas.
La historia es diferente para personas que reciben el EITC: la tasa de auditorías ha disminuido menos y la experiencia de ser sometido a una auditoría es ahora más castigadora. En virtud de una ley de 2015, las personas que reciben el EITC tienen actualmente una probabilidad mayor de que sus reembolsos sean detenidos, lo cual puede ocasionar calamidades si uno vive de mes a mes.
Las computadoras del IRS seleccionan a quién auditar, pero si el contribuyente responde los documentos deben ser revisados por personas. Con menos empleados dedicados a esa labor, los retrasos se han ido acumulando en un proceso que era complicado de todos modos, comentan varios abogados dedicados a representar a personas en una clínica para contribuyentes de bajos ingresos. Resulta normal que el reembolso de un contribuyente tarde un año en expedirse, dijeron, aun en los casos de personas que han tenido representación.
“Si el servicio no cuenta con personal para evaluar la evidencia presentada a tiempo, entonces no deberían iniciar las examinaciones del todo", dijo Mani Matclock, abogada de Texas RíoGrande Legal Aid.
Por lo general, entre más dinero gana una persona más probabilidad tiene de ser auditada. Los beneficiarios del EITC, cuyo ingreso anual típico es de menos de $20,000 dólares, han sido la excepción principal desde hace mucho tiempo. Eso se debe a que muchas personas reclaman el crédito erróneamente. Además, y debido a la presión constante de los Republicanos del Congreso para disminuir los excedentes pagados, el IRS ha mantenido elevada la tasa de auditorías. Entretanto, no ha habido presión similar para abordar áreas problemáticas más costosas como la evasión de impuestos de parte de empresarios.
Los recortes presupuestales y las pérdidas de personal hacen que la distorsión sea más evidente. Los contribuyentes más ricos aún son auditados con tasas más altas que los más pobres, pero la brecha se va cerrando.
“Lo que sucede es que tenemos gente en el tope que se hacen prioridad, y gente hasta abajo también hecha prioridad, lo cual pone un lado a todos los demás", dijo John Dalrymple, Ex Sub Comisionado del IRS jubilado el año pasado. En 2017, los beneficiarios del EITC fueron auditados al doble que los contribuyentes con ingresos de entre $200,000 y $500,000 dólares. Sólo los hogares con un ingreso mayor de $1 millón de dólares fueron examinados con tasas mucho más altas.
Si se dice de otra manera, conforme el IRS se ha achicado en cuanto a tamaño y capacidad, las auditorías de los pobres cuentan como las actividades que más se realizan. El año pasado el IRS auditó a 381,000 beneficiarios del EITC. Esas representan un 36 por ciento de todas las auditorías llevadas a cabo por el IRS, comparadas con un 33 por ciento en 2011 cuando comenzaron los recortes de presupuesto.
“Las personas que luchan por salir adelante han sido auditadas injustamente, mientras que pocos más afortunados evitan los impuestos sin consecuencias", comentó a ProPublica el Senador Ron Wyden, D-Oregon, y miembro con rango del Comité de Finanzas del Senado. “El IRS necesita más personal para perseguir a los tramposos fiscales de toda índole, mientras que los trabajadores estadounidenses necesitan una manera más sencilla de obtener el crédito fiscal que se han ganado".
El IRS se rehusó a contestar preguntas acerca las auditorías del EITC.
El EITC tiene raíces en ambos partidos. Concebido como “bonificación por trabajo” para personas de bajos ingresos en la década de los setentas, y como alternativa de los beneficios sociales, el programa fue creciendo a través de las décadas con el apoyo tanto de Republicanos como Demócratas. En la actualidad, el crédito promedio es de unos $2,500 dólares, pero esa cantidad puede sobrepasar los $6,000 en casos de familias con más miembros. Recientemente, la Oficina del Censo calculó que, en conjunto, el EITC y el crédito por menores de edad sacan de la pobreza a millones de niños cada año, más que cualquier otro programa gubernamental.
A diferencia de las prestaciones del Seguro Social, o las estampillas de alimentos, el EITC no tiene un proceso de solicitud. En su lugar, los contribuyentes sólo reclaman el crédito en sus declaraciones de impuestos. Según los cálculos del IRS, millones de personas se equivocan en ambos sentidos. Aproximadamente una quinta parte de los contribuyentes calificados no piden el EITC, y, casi una cuarta parte de los $74 miles de millones pagados este año fueron expedidos “indebidamente”.
Los “pagos indebidos” calculados, unos $17 miles de millones de dólares, es el motivo por el cual el EITC se ha convertido en punto de enfoque para el IRS. Ciertos expertos en impuestos, tales como el Servicio de Abogacía para Cotribuyentes (Taxpayer Advocate Service), oficina independiente dentro del mismo IRS, alegan que el estimado es demasiado alto. Una razón es que se basa en el resultado de las auditorías, y que los contribuyentes de bajos ingresos tienen menos probabilidades de contar con representación competente para disputar las conclusiones del Servicio.
Sin que importara la precisión de ese margen de error, el IRS admite que la causa principal del problema no es el fraude, sino la ley misma. Es demasiado compleja, demasiado fácil que alguien piense que califica cuando realmente no sea así. El mismo menor puede ser un “dependiente”, por ejemplo, pero no un(a) “hijo(a) calificado(a)” dentro del EITC, y las instruciones del IRS para reclamar el crédito suman 41 páginas.
“Mis alumnos de derecho se sientan a estudiar este material y a veces ellos mismos no llegan a entenderlo", dijo Michelle Lyon Drumbl, profesora en la Escuela de Derecho Washington and Lee.
Desde los años noventa, los Republicanos en el Congreso se han enfocado más en estos pagos indebidos como problema importante, y han criticado duramente al IRS por no haberlos capturado. En 2015, el Congreso Republicano aprobó, con la firma del Presidente Barack Obama, una ley que requiere que cada año el IRS detenga los reembolsos del EITC hasta el 15 de febrero. El propósito fue darle al Servicio más tiempo para compaginar las declaraciones de impuestos con los formularios W-2 correspondientes para evitar declaraciones de ingresos erróneas. Sin embargo eso también significó que las personas auditadas tenían más probabilidades de que sus reembolsos fueran retenidos, en lugar de obtener el crédito y luego someterse a una auditoría. Para contribuyentes de bajos ingresos, esa es una diferencia crucial.
“Uno espera ese dinero en la temporada de impuestos y no recibirlo realmente nos afecta terriblemente", dijo Paul McCaw, operador de montacargaas de Rock Island, Illinois, a quien le detuvieron reembolsos durante varios años seguidos debido a que el IRS cuestionó que vivieran con él los tres niños pequeños de su sobrina. La familia atravesó tiempos difíciles por años. Se les acumularon las cuentas y el desalojo era una amenaza constante. Por fin, este año, y con la ayuda de un abogado de ayuda legal de Prairie State Legal Services, Macaw, de 50 años de edad, logró convencer al IRS que liberara sus fondos.
“Me puse feliz", comentó de haber obtenido sus reembolsos a fin de cuentas, añadiendo, “me puse al corriente con todo y hasta pagué un mes por adelantado".
Prevenir que se hagan reembolsos equivocados en lugar de tratar de recuperarlos a través de una auditoría “es siempre la mejor opción", debido a eso es más eficaz, dijo Jesse Solis, vocero del Republicano de Texas, Kevin Brady, Director del Comité de Recursos y Métodos de la Cámara de Representantes. El Congreso debe seguir buscando formas de reducir los pagos indebidos, agregó.
Hay todo tipo de contribuyentes que hacen trampa. Y, los estudios del IRS han encontrado que los beneficiarios del EITC ni siquiera se acercan a los peores ofensores. Por ejemplo, en el caso de ciertos tipos de ingresos empresariales, hay quienes pagan sólo un 37 por ciento del impuesto que deben, sencillamente, por no declarar ese ingreso. Se pierden cientos de miles de millones de dólares en ingresos públicos. No obstante, quienes tienen sus propios negocios son examinados con más o menos las mismas tasas de frecuencia que los beneficiarios del EITC.
La forma desproporcionada en la que el IRS se enfoca en detener esos “pagos indebidos” del EITC es equivocada, dijo Nina Olson, abogada nacional de contribuyentes. “¿Cuál es la diferencia entre un dólar de EITC enviado y un dólar atribuido a ingresos de empleo empresarial no declarado y no recolectado? preguntó. Los ingresos empresariales no declarados es “realmente donde se encuentra ese dinero", agrega.
Cuando ocurren las trampas con el EITC, los culpables son generalmente los preparadores de declaraciones de impuestos, dijo Chi Chi Wi del Centro Nacional de Derecho del Consumidor. “Ellos conocen el sistema, saben jugar dentro de este y, al final de cuentas, es el contribuyente quien acaba siendo el culpable si hay una auditoría", agregó. En investigaciones encubiertas llevadas a cabo por el NCLC y la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (Government Accountability Office), varios preparadores de impuestos aconsejaron a contribuyentes a presentar reclamaciones de EITC dudosas.
Aproximadamente un 60 por ciento de los contribuyentes utilizan un preparador de impuestos, pero, en la mayoría de los estados estos no requieren licencia y el IRS tiene una capacidad limitada para supervisarlos. Cuando la agencia lanzó un programa para certificar a dichos preparadores y someterlos a revisiones de cumplimiento en forma regular, un juzgado federal de apelaciones dictó en 2014 que el IRS no tiene ese poder. El Congreso podría autorizar una ley para otorgarle esa autoridad, pero no lo ha hecho aunque la idea cuente con cierto apoyo de ambos partidos.
El IRS enfrenta una tarea difícil cuando hace auditorías de contribuyentes que hayan reclamado el EITC. A menudo las familias de bajos ingresos son complicadas. Es más probable que cuenten con varias generaciones en el mismo hogar, comparadas con los declarantes más adinerados, por ejemplo, o que añadan o eliminen miembros del núcleo familiar en diferentes años. Un estudio del Centro de Política Fiscal, organismo no afiliado con ningún partido, encontró que únicamente un 48 por ciento de los hogares de bajos ingresos con niños eran parejas casadas, mientras que la cifra fue de un 75 por ciento para los demás hogares.
Sin embargo, quienes abogan por los contribuyentes dicen que el IRS hace que la situación empeore sin necesidad. Casi todas las auditorías relacionadas con el EITC se llevan a cabo por correspondencia, y los oficios generados por computadora quedan lejos de ser sencillos. Una encuesta del Servicio de Abogacía del Constituyente encontró que más de una cuarta parte de los beneficiarios del EITC que fueron auditados ni siquiera entendieron que estaban bajo auditoría .
“Cuando inició el proceso de auditoría, no pude descifrar qué estaba sucediendo", dijo Denise Canady, de 62 años y residente de West Memphis, Arkansas. Ella ganaba en ese entonces $8.50 la hora como cuidadora de personas a domicilio. La auditoría hizo que tuviera que buscar documentos del médico de su nieta, así como de la farmacia, el hospital y el colegio, para poder demostrar que la pequeña había vivido en su dirección. “Muchas personas no desean entregar archivos viejos", mencionó.
Eventualmente llegó a Legal Aid de Arkansas (Oficina de Ayuda Legal de Arkansas), en la cual un abogado la ayudó a justificar su caso, aunque este siga pendiente a un año de haber comenzado la auditoría.
“Sigo rezando y esperando”, agregó.
Traducción de Mati Vargas-Gibson.