CHICAGO —Ty Inc. se convirtió en uno de los fabricantes de animales de peluche más grandes del mundo gracias a la locura de los Beanie Babies de los años noventa.
Pero se ha mantenido en la cúspide gracias, en parte, al uso de un submundo de intermediarios del empleo, conocidos como “raiteros,” quienes al servicio de una de las agencias de trabajo temporal más grandes de la nación buscan a obreros en las esquinas de Chicago y los llevan al almacén de Ty.
El sistema provee mano de obra en tiempo real al costo más bajo posible para empresas grandes – pero también tiene el efecto de empujar el ingreso de los obreros muy por debajo del sueldo mínimo.
En otros mercados laborales, las agencias de trabajo temporal, conocidas en inglés como agencias temp, utilizan redes de camionetas parecidas. Pero en el Little Village de Chicago, la comunidad mexicana más grande del medio-oeste, los raiterosse han mezclado con las agencias temp y los clientes corporativos de estas de una manera que podría no tener paralelos en ningún otro sitio en los Estados Unidos – y que podría violar las leyes de sueldo de Illinois.
Los raiteros no solo transportan a los obreros. También les reclutan, deciden quien trabaja y quien no trabaja, y distribuyen los cheques de paga.
Y son los trabajadores de bajo sueldo – no las agencias temp o sus clientes, los gigantes corporativos como Ty -- quienes absorben el costo. Oficialmente, la tarifa de los raiteros, normalmente $8 al día, es para el transporte. Pero, según los trabajadores, quien no paga no consigue trabajo.
Partiendo de este barrio congestionado, los raiteros llevan hasta 1,000 obreros por día a almacenes y fábricas en Chicago y sus afueras. Muchos de estos obreros terminan ganando alrededor de $6 por hora, bien por debajo del sueldo mínimo en Illinois de $8.25 por hora, por culpa de las tarifas y el tiempo de espera no pagado.
“Si te quejas demasiado, no te llevan más a trabajar,” dijo María Castro, una inmigrante mexicana que ha trabajado de forma esporádica para Ty.
Como otros obreros, Castro dijo que nunca ha estado en Select Remedy, la agencia temp que es su empleador oficial. Ella conoce a Ty solo como “los peluches.”
Para Castro, su empleador es Rigo, un raitero cuyo nombre completo es Rigoberto Aguilar. Él les informa a ella y otros obreros si tienen un trabajo y los busca en un autobús escolar en un callejón a las 4:30 de la mañana.
Ty está en una lista larga de empresas de marcas conocidas que se benefician del sistema de los raiteros. Los trabajadores dicen que han empaquetado productos para Sony, Frito Lay, Pampered Chef, Smirnoff, Marlboro y Fresh Express, una filial de Chiquita Brands donde los trabajadores cortan vegetales para ensaladas embolsadas y restaurantes de comida rápida como Burger King y McDonalds.
La palabra “raitero” es una invención en Spanglish que quiere decir, en términos generales, “una persona que da aventones” (“rides” en inglés.) De hecho, los raiteros funcionan en efecto como agentes para Select Remedy y otras agencias temp, quienes han crecido continuamente desde los noventa y están acercándose a nuevas alturas después de la reciente recesión. Aunque no es un nombre ampliamente conocido, la Select Family of Staffing Companies, que controla Select Remedy, reportó $1.8 mil millones en ingresos el año pasado y emplea a casi 100,000 personas cada semana – aproximadamente tantas como Starbucks.
Select y otras agencias tempinsisten que los raiteros son solamente conductores de camionetas contratados por los trabajadores. Dicen que no tienen ningún contrato o conexión con la agencia temp.
Pero las agencias proveen los formularios de solicitud de trabajo con los que los raiteros pueden reclutar obreros. Llaman a los raiteros con el número de trabajadores que se necesitan en cada lugar de trabajo. Al final de la semana, los raiteros buscan los cheques de paga de los obreros en las agencias temp y los llevan a tiendas de canje de cheques, donde los obreros tienen que pagar $3 o $4 para cobrarlos. En algunos casos, dicen los raiteros, las empresas temp hasta proveen las camionetas que usan para transportar a los obreros a sus trabajos, o les prestan dinero para comprar las camionetas.
“Donde han ocurrido situaciones en que nuestros bien establecidos protocolos y políticas no han sido seguidos, la acción correctiva apropiada fue tomada,” Select Remedy escribió en respuesta a preguntas. “Hace algún tiempo ya que hemos dado instrucciones a los gerentes que trabajan en nuestras sucursales de que no tengan contacto directo con los conductores de camionetas privadas, para reafirmar nuestra política de que Select Remedy no tiene que estar involucrada en absoluto en como nuestros asociados deciden llegar al trabajo cada día.”
La empresa dice que provee un servicio valioso a empleadores y empleados: “En Illinois, Select Remedy da trabajo a miles de personas cada año, y estamos orgullosos de este logro.”
Usando raiteros, agencias temp y empresas anfitrionas como TY pueden poner el número justo de trabajadores en el lugar justo en el momento justo. Con tal precisión, Ty puede limitar las horas extras y también evitar pagar beneficios y otros costos que conlleva emplear trabajadores a tiempo completo.
Después de llevar alrededor de 50 trabajadores, Aguilar deja su gran autobús amarillo en el estacionamiento de Ty todo el día hasta que les transporta de vuelta a casa.
Tania Lundeen, la vice-presidenta de ventas de Ty, dijo, “Típicamente no hacemos ningún tipo de entrevistas.” Nadie de Ty respondió a una lista de preguntas.
¿Robo de Sueldo?
Puede ser que aspectos clave del sistema de raiteros, especialmente la tarifa de transporte, infringen la ley de trabajo temporal de Illinois. Pero, irónicamente, esta misma ley ayudó a crear el sistema actual.
Cuando primero empezó como raitero, Aguilar dijo, fue empleado directamente por una agencia temp que ahora está cerrada, Prime Staffing, que le pagaba $350 por semana. En muchos casos, las agencias temp recuperaban este costo cobrando a los obreros, deduciendo las tarifas de transporte de sus cheques de paga.
Illinois cambió su ley en 2006, haciendo ilegal que agencias temp cobraran a trabajadores por el transporte o les refirieran a conductores de camioneta que lo hicieran. La ley ya prohibía que las agencias temp forzaran a los obreros a pagar una tarifa para hacer efectivo un cheque de paga.
Como resultado, dicen los gerentes de las agencias temp, muchas de las empresas que suministran mano de obra se deshicieron de sus relaciones oficiales y pagadas con los conductores. En cambio, desarrollaron arreglos informales con los raiteros, lo cual aisló a las agencias temp de cualquier responsabilidad.
En otras partes del país, los sistemas de camionetas tienen vínculos más claros con las agencias temp y las tarifas son legales, con algunas restricciones.
A lo largo de New Jersey, camionetas aparecen cada mañana justo enfrente de las agencias temp. Cuando son contratados, los trabajadores firman una dispensa que autoriza a la agencia a quitar la tarifa de transporte de sus cheques.
En Boston, camionetas mandadas por agencias temp buscan obreros en ciertas esquinas y los transportan a mercados de pescado y plantas de reciclaje a lo largo del este de Massachusetts. Una nueva ley que entró en vigor en enero limita las tarifas de transporte al tres por ciento del sueldo diario de un obrero y exige que las tarifas no puedan reducir el pago por debajo del sueldo horario mínimo del estado.
Según abogados laboralistas, la posibilidad de que Select Remedy y otras agencias temp hayan violado la ley de Illinois depende de cuan libres son los trabajadores para seleccionar su propio medio de transporte y el establecimiento donde cobrar sus cheques y si los transportes y las largas horas de espera son para el beneficio del obrero o de la empresa.
Miguel del Valle, el exlegislador estatal que patrocinó la ley de trabajo diario y temporal en Illinois, dijo que según su punto de vista el nuevo sistema de transporte todavía viola la ley.
“No queremos permitir que las agencias temp sobrecarguen a la gente y saquen grandes trozos de dinero de sus cheques de paga,” dijo. “Están haciendo algo que hemos intentado prohibir que hagan,” añadió. “Es abusivo.”
Una Pista de Tenis y Una Piscina
Mientras Castro lucha para poder pagar su alquiler, Ty Warner, el director ejecutivo de Ty, es dueño de una hacienda costera en Santa Barbara, California. Es el número doscientos seis en la lista de las personas más ricas de los Estados Unidos, según Forbes, con una fortuna neta estimada en $2.5 mil millones.
D. Stephen Sorensen, el director ejecutivo de la Select Family of Staffing Companies, vive también en Santa Barbara. Su mansión de 8,200 pies cuadrados está dotada con una pista de tenis y una piscina.
Select fue fundada en 1985. Comenzando en la mitad de la década de los 2000, la compañía compró más de tres docenas de empresas proveedoras de mano de obra, convirtiéndose en una cadena nacional. Sus ingresos se dispararon desde un poco más de $300 millones en 2002 a $1.8 mil millones en 2011, según los informes de prensa de la empresa. En 2012, Staffing Industry Analysts, una empresa de investigación de datos, clasificó a Select como la décima empresa temp más grande de los Estados Unidos y la cuarta más grande del sector industrial.
Select ha suministrado trabajadores a almacenes de Walmart ya Bank of America, Toyota, Costco, Trader Joe’s, General Mills, Mattel y Fisher Price, según archivos judiciales, revistas del sector y el sitio web de la empresa.
En años recientes, Select ha aguantado varias controversias sobre sus prácticas de empleo que no tienen relación con su uso de raiteros.
En 2011, sufrió el veredicto de un jurado en su contra de $50 millones en un caso civil de fraude interpuesto por el fondo de seguros del estado de California. El pleito alegó que la empresa bajó sus costos de compensación a los empleados mintiendo sobre sus nóminas y aseverando falsamente que sus empleados trabajaban para otra empresa. Select apeló y en enero anunció que había llegado a un acuerdo confidencial con el fondo estatal.
La empresa también ha enfrentado varios litigios acusándola de engañar a sus trabajadores para no pagarles. En agosto, mientras negaba las acusaciones, Select Remedy aceptó pagar hasta $400,000 para cubrir reclamos de sueldos no pagados de un grupo de más de 200 trabajadores en la zona de Chicago. Ninguno de estos trabajadores usó raiteros o trabajó en Ty.
Select Remedy entró en el mercado de Chicago en 2007. Allí, los raiteros ayudaron a la agencia a satisfacer a sus clientes corporativos transportando grandes números de personas al lugar de trabajo, según cinco ex gerentes.
“Los reclutadores están bajo mucho estrés para asegurar que no se pierden horas,” dijo una exsupervisora de plantilla de Select Remedy, que quiere decir que los reclutadores tenían que cumplir con un pedido inmediatamente o la empresa cliente se iría a otra agencia. De hecho, el volumen es clave. En el sector industrial, según los analistas, empresas temp perciben típicamente una media de ganancia de solo un cuatro por ciento por cada trabajador.
La supervisora, quien pidió no ser identificada porque firmó una cláusula de no-denigración, describió correos electrónicos mandados a toda la oficina pidiendo, por ejemplo, 200 obreros repentinamente. “Están solo intentando poner cuerpos allí afuera,” dijo, y los raiteros son “la forma más fácil de hacerlo.”
Y una de las más baratas. Además de no pagar a los raiteros, Select Remedy evita el costo de mantener y asegurar las camionetas.
“Esto siempre me molestaba,” dijo la exsupervisora de plantilla. “La mitad de estos empleados estaban ganando el sueldo mínimo.”
Agencias temp que no usan raiteros enfrentan otros costos añadidos, como emplear reclutadores de barrio. También tienen que depender de individuos que pueden enfermarse, llegar tarde o tener problemas mecánicos con sus vehículos.
Robert Stack, el dueño de Custom Staffing, que tiene una oficina en Little Village, dijo que el uso de raiteros sin duda da ventajas a sus competidores. Una grande: no tener que pagar alquiler en el barrio, que puede costar unos cuantos miles de dólares al mes. Sin embargo, Stack dijo que prefiere no usar raiteros.
“Expresado sencillamente, es ilegal,” dijo.
‘Vivir el Sueño Americano’
Videos publicitarios en el sitio web de Select dicen a los buscadores de empleo que la empresa puede ayudarles a “ser pagado como un profesional” y “vivir el sueño americano.” En un anuncio, el promotor bromea, “¿Sabía usted que ocho de cinco economistas dicen que trabajar en Select es seis bajillon veces más eficaz que estar parado en una esquina?”
De hecho, empleados de Select en el sistema raitero empiezan su día laboral juntándose en las esquinas de Chicago antes del amanecer. Muchos trabajadores en Little Village no saben los datos básicos de donde trabajan. En muchos casos tuvieron que consultar los talones de sus cheques de paga para decir el nombre de sus agencias temp. Las empresas a las que servían eran conocidas sencillamente por el nombre en español del producto que estaban manejando – “galletas,” “vinos” o “lechugas.”
Un reportero de ProPublica siguió a autobuses y camionetas desde los puntos de encuentro en la madrugada en Chicago hasta los almacenes en las afueras lejanas, e hizo más de 60 entrevistas con trabajadores, raiteros, reclutadores de agencias temp, gerentes de tiendas de cobro de cheques y otros. Hemos examinado talones de cheques, documentos judiciales, archivos del departamento de trabajo y un video clandestino filmado por el Chicago Workers’ Collaborative, un grupo activista que se opone a algunas prácticas de las agencias temp.
Varios trabajadores aceptaron hablar para este reportaje usando sus nombres completos. Otros, como María Castro, pidieron que se usara solo sus segundos apellidos por temor a no poder encontrar trabajo en un mercado laboral que está controlado en gran parte por los raiteros.
“Estaría viviendo en la calle si se enteraran de quien soy,” dijo.
Como muchos trabajadores en este sistema, Castro es indocumentada. Sin embargo, las empresas deben obedecer la mayoría de las leyes laborales, como el sueldo mínimo, para cualquier persona que contratan sin importar si está en los Estados Unidos ilegalmente.
Así funciona el sistema de los raiteros.
Poca Opción Aparte de Pagar
Aguilar dijo que ha sido un raitero durante siete años. Como muchos otros, dijo que empezó él mismo como trabajador temporal, empaquetando videojuegos para Sega. Otro raitero le pidió que le ayudara a conducir una de sus camionetas, y poco después, Aguilar dijo que pidió prestado $1,000 a una agencia temp, que ya no existe, para comprar su propia camioneta. Finalmente, compró el autobús escolar.
Él y otros raiteros reclutan a trabajadores a través de anuncios en tiendas donde se cobran cheques y por boca en boca. Cuando los trabajadores llaman, se les dice que vayan a la casa de Aguilar para rellenar la solicitud de Select Remedy. El letrero en la puerta de su casa dice en español, “El Señor Rigoberto vive en el segundo piso. Si viene a buscar trabajo, suba para arriba.”
Castro hizo la solicitud inicial a Select Remedy por medio del hermano de Aguilar, Eugenio Aguilar, quien también es raitero, y empezó a trabajar para Xentris Wireless, una empresa que ella conocía como “los celulares,” empaquetando estuches de iPhone y otros accesorios. Ella dijo que Eugenio la mandó a la casa de Rigo, donde ella pagó $5 por hacer la solicitud a través de Internet. Rigo dijo que la gente puede venir y usar su computadora, pero que él no cobra.
Cada día, las agencias temp llaman a los raiteros, dándoles el número de gente que necesitan para el siguiente turno. Después los raiteros buscan a los trabajadores, diciéndoles donde y cuando se tienen que encontrar, y los transportan hasta el almacén o la fábrica.
Casi 50 obreros dijeron que tienen poca opción aparte de pagar la tarifa de transporte. Varios obreros dijeron que tenían sus propios vehículos, pero su agencia temp les dijo que tenían que ir con el raitero. “Había mucha presión para usar a Rigo,” dijo Elizabeth Bellido, quien trabajó para Select Remedy en Ty hasta marzo. “La primera gente que era seleccionada para trabajar era su gente.”
Otros trabajadores dijeron que les dieron permiso para conducir sus propios vehículos, pero pronto descubrieron que su raitero había dado su puesto a otro.
Castro recordó haber trabajado con un raitero de nombre Cirilo, quien transportaba obreros de parte de la agencia temp Most Valuable Personnel, o MVP. Un día, dijo Castro, Cirilo intentó apiñar a 44 personas dentro de dos camionetas de 15 pasajeros.
“Querían que me sentara en la falda de otra mujer,” recordó Castro. Así que para la vuelta pidió un aventón a otro raitero, que también servía a la planta y ofrecía una caja de leche para sentarse.
En revancha, ella dijo, Cirilo la confrontó y le dijo que nunca más conseguiría trabajo con él. “Si trabajas con otro raitero, tu raitero no te llevara más,” dijo Castro.
Cirilo rechazó una entrevista y le colgó el teléfono a un reportero.
MVP dijo que no estaba al tanto de que Cirilo cobrara a los obreros y dijo que iba a investigar. Mientras Select Remedy dijo que no paga a los raiteros, el gerente de operaciones de MVP, Darron Grottolo, dijo que su empresa ha estado pagando $1,350 cada semana a Cirilo Peralta Transportación para transportar trabajadores a sus empresas clientes. Informado de que los trabajadores decían que también pagaban a Cirilo, Grottolo dijo, “Es inquietante. Es contra la ley. Es incorrecto.” Explicó, “No se puede cobrar por el transporte en Illinois.”
En enero, informada por Aguilar que tenía trabajo, Castro fue a la esquina de la 26th Street y Drake Avenue con aproximadamente 50 personas más antes del amanecer. Caminó por un callejón detrás de una clínica dental iluminada por neón azul y una tienda que vende vestidos de quinceañera y subió al autobús escolar de Aguilar. El autobús la llevó 30 millas hacia el sudoeste por la Interstate 55 hasta el lejano suburbio de Bolingbrook, donde está ubicado el almacén de Ty.
Un cheque de la paga semanal de enero por su trabajo en Ty muestra que su ingreso neto fue $291.07, el mínimo estatal de $8.25 por hora, menos impuestos. El talón de pago no menciona, sin embargo, los $40 que tuvo que pagar a Aguilar para llegar al trabajo aquella semana. Con esas deducciones, el pago real de Castro fue $7.22 por hora.
Aguilar dijo que si los trabajadores no le pagaban por el transporte, aun tendrían que pagar por gasolina o el autobús público. Select Remedy dijo en una respuesta escrita que los trabajadores pueden llegar al lugar de trabajo de la forma que quieran.
“El costo de transporte al lugar de trabajo, sea por transporte público, el costo de gasolina o mantenimiento del automóvil personal del asociado, o cualquier otro costo, no es una deducción del sueldo,” la empresa escribió.
Algunos raiteros despliegan una red de conductores, muchos de los cuales trabajan ellos mismos como obreros temporales en las fábricas. Aguilar dijo que paga a sus conductores $100 por semana. Pero varios conductores de otros raiteros dijeron que no reciben remuneración. Su compensación es no tener que pagar por el transporte al trabajo. Los obreros a quienes transportan todavía tienen que pagar al raitero.
Un raitero dijo que la misma agencia temp se embolsa las tarifas de transporte de los trabajadores. Gabriel Espinoza dijo que el único dinero que gana son los $8.25 por hora que recibe como temporal por Triune Logistics en Fresh Express. Conduce una camioneta hecha para 15 personas pero dice que Triune le ha pedido que transporte hasta 18 personas. “No es mi camioneta. Es de la oficina,” dijo, refiriéndose a Triune. “Los trabajadores temp pagan a la oficina a través del lugar de cambio de cheques.”
El director ejecutivo de Triune, Alfred Garza, negó que la empresa tenga camionetas o cobre a los trabajadores. “Yo siento que estamos haciendo la cosa correcta y haciendo lo imposible por nuestros empleados,” dijo. “Y nos arrojan dentro con toda la industria como si estuviéramos haciendo las cosas de manera incorrecta.”
‘Los Cheques de Rigo’
Hasta hace poco, Aguilar retiraba los cheques de paga de los obreros en Select Remedy y los traía al 26th and Central Park Currency Exchange, un agente de Western Union en Little Village, los viernes por la tarde. La tienda de cobro de cheques a veces dedicaba una ventana para “los cheques de Rigo.”
Encima de cada cheque, Aguilar escribía el número de días que el trabajador le debía por transporte para que los cajeros supieran cuánto dinero sacar cuando cambiaban el cheque.
“Es una conveniencia que ellos”—los raiteros—“están ofreciendo a la gente, y nos pidieron si les podíamos echar una mano,” dijo el gerente, Rudy Polheber. “La gente entra, deducimos la tarifa del conductor, lo hace más fácil para el conductor.”
Por cobrar sus cheques allí, a los obreros se les carga una tasa reducida, $1 más uno por ciento del cheque, dijo.
Castro y otros dijeron que se sintieron forzados a cobrar sus cheques en la casa de cambio. Cuando preguntaron en la tienda si podían pagar el transporte aparte y retirar sus cheques sin cambiarlos a efectivo, los cajeros se negaron, dijeron los trabajadores.
“¿Cómo es que nos quieren cargar más dinero?” preguntó Sandy Lopez, quien trabajó en Ty por Select Remedy el otoño pasado. “Yo tengo mi cuenta en el banco. Ellos no me cargan nada.”
Ella dijo que cuando se quejó con Aguilar, “Él dijo, ‘Esta es la última vez que voy a dejarte el cheque allí, pero no estoy seguro que voy a tener un trabajo para ti’.”
Polheber explicó que no están en el negocio de repartir cheques de paga si no los hacen efectivo. “No queremos proveer ese servicio. No recibimos ningún beneficio más que bloquear las filas para la gente que sí quiere cambiar sus cheques aquí.”
Aguilar dijo que cuando los trabajadores no quieren cobrar sus cheques en la casa de cambio, los busca el lunes siguiente, y los trabajadores pueden venir a su casa con la tarifa de transporte para obtener su cheque. Dijo que nunca ha negado un trabajo a alguien por un asunto de cambio de cheques.
Alrededor de la época en que ProPublica empezó a preguntar a trabajadores acerca de Select Remedy, la agencia temp dejó de dar los cheques a Aguilar. En cambio, un representante de Select Remedy empezó a repartir cheques cuando los trabajadores salían de Ty. Más recientemente, la agencia ha estado depositando los sueldos de los obreros en tarjetas de débito.
Además, Aguilar dijo que Select Remedy ya no lo llama y dice cuanta gente necesita para Ty. “El trabajo que antes hacía buscando gente, ellos hacen eso ahora,” dijo. “Ellos llaman a la gente,” quienes después llaman a Aguilar para el transporte al trabajo, todavía pagándole $8 al día.
A pesar de los cambios de Select Remedy, casi todos los otros raiteros todavía retiran los cheques de paga en las agencias temp y los llevan a las tiendas de cambio de cheques.
El sistema muchas veces resulta en la perdida de cheques y en que los trabajadores no reciben su paga. Pero cuando los problemas ocurren, los trabajadores que se quejan con la agencia temp dicen que frecuentemente se les dice que lo arreglen con el raitero.
Juan Rodriguez Trujillo estaba esperando afuera de H Services Exchange en la 26th Street una noche de viernes este año, quejándose de que no había sido pagado por la semana que había trabajado en una fábrica de chocolate más de un mes antes. Dijo que estaba esperando para que su raitero, Cirilo, le trajera el cheque. Al preguntársele porque no iba a la agencia temp, Rodriguez dijo que había ido, pero la agencia, MVP, le dijo que esperara a Cirilo en la tienda de cambio de cheques.
“Creen que es más fácil pero crea más problemas,” dijo Castro. “Vas al raitero y te dice que llames a la agencia. Vas a la agencia y te dicen que ya dimos tu cheque al raitero. Nos tratan como una pelota que se tiran de uno al otro.”
MVP dijo que no estaba al tanto de semejante práctica y que tiene procedimientos específicos para que los empleados retiren sus cheques en la agencia con una tarjeta de identidad de empleado.
‘Si Llegas a las 4 de la Mañana, Consigues Trabajo’
Finalmente, hay el tiempo de espera no remunerado. Para trabajar en Ty, Castro debe presentarse en el callejón no más tarde de las 4 de la mañana. De hecho, muchos trabajadores llegan antes. “Si llegas a las 4 de la mañana, consigues trabajo,” dijo un vendedor de tamales cuyo carro de comida humeaba en el frio de una mañana de enero. “Si llegas a las 4:20, no hay trabajo para ti.”
En el almacén de Ty, cada aspecto identificador, desde los avisos laborales oficiales hasta el reloj de fichar, decía Select Remedy. Ni había un nombre encima del almacén.
Cuando los trabajadores llegaban a las 5:35, un empleado de Select Remedy se encargaba de que ficharan. Pero tenían que esperar otros veinte minutos en la cafetería antes de que pudieran empezar a ser pagados.
Al lado del reloj de fichar había un letrero que decía en español, “Por favor de no ponchar hasta las 5:55 a.m. Esta medida será estrictamente aplicada y se tomaran medidas con los empleados que no siga la regla.”
Después de tener en cuenta la hora y media de espera, el pago de Castro bajó a $5.98 por hora.
Select Remedy dijo que no puede controlar si los trabajadores llegan temprano.
Leone Bicchieri, director ejecutivo del Chicago Workers’ Collaborative, ha estado luchando para encontrar una forma de arreglar lo que ve como un intento por parte de grandes negocios como Select y Ty de pasar los gastos a los trabajadores.
Una solución, Bicchieri sugirió, sería que las agencias temp convirtieran a los raiteros en agentes oficiales y ofrecieran transporte gratis o a un costo mínimo.
“No tenemos ningún problema con que todo este sistema se haga mucho más público y transparente,” Bicchieri dijo. “Siempre hemos tenido problema con que les fuercen a subir a la camioneta o que los trabajadores tengan preferencia si toman la camioneta.”
Sentado en su casa vistiendo una camiseta de Select Remedy, Aguilar dijo que ser raitero da una mejor vida que cuando trabajaba como temporal en las fábricas, pero después de pagar gasolina y mantenimiento, no es mucho más dinero. De hecho, alquila un apartamento que no es mucho más grande que los que tienen los trabajadores, con pintura descascarada y moho en el baño. Unos grabados chinos de mariposas y orquídeas cuelgan encima de su sofá.
Su hijo, Victor, sentado a su lado en el sofá, se enfadó mientras reflexionaba sobre la forma en que la agencia temp hace tratos con su padre.
“No quieren pagarle,” dijo Victor. “Hacen que toda la gente venga aquí. No les importa. Vete al carajo. Encárgate tú de la gente. Dales tú el transporte y cóbrales tú la tarifa. No queremos tener nada que ver contigo.”
El reportero Jeff Tyler de Marketplace contribuyó a este reportaje.
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